El pasado 4 de febrero, estábamos ya preparados para cargar el contendor y seguir haciendo esta magnífica labor, había más de 15 voluntarios dispuestos a echarnos una mano, pero llego la mala noticia; el contenedor se había averiado. Tuvimos que volver a meter todo el material que ya teníamos preparado para cargar. Pero no nos vinimos abajo y con esfuerzo y constancia finalmente pudimos hacer todo lo posible para embarcar el material.